Entre Sevilla y Almería, mi día en la carretera

Cuando me levanté hoy a las 6 de la mañana sabía que tenía por delante un intenso día de trabajo en la provincia de Almería, pero no imaginaba cuánto. Para empezar, el avión Sevilla-Almería no pudo salir por culpa de una avería técnica y tuvimos que echarnos a la carretera a recorrer la comunidad casi de punta a punta.

 

Este percance me ha impedido estar hoy con los compañeros y compañeras de Almería capital, a los que veré pronto, pero me ha permitido contemplar una vez más -y no me cansaré nunca de hacerlo- el hermoso paisaje de nuestra comunidad desde la ventanilla del coche. ¡Qué afortunados somos los andaluces!

 

En Dalías, con Paco y su equipo, he compartido la indignación porque sus vecinos tienen que hacer 10 kilómetros para vacunarse contra el Covid, teniendo un centro de salud en su municipio. Donde trabaja como médica de familia mi amiga Gracia, que vive con la misma pasión su profesión sanitaria y su compromiso político.

 

En Cuevas de Almanzora, junto al compañero Antonio y su equipo, hemos visitado la innovadora fábrica conservera de Matías; la almazara Zurano, donde me ha hecho una gran ilusión encontrarme con Pedro, veterano militante socialista; el impresionante castillo y Museo Antonio Manuel Campoy de la mano de mi compañero Antonio Llaguno, y la Casa Museo del poeta Álvarez de Sotomayor, donde trabaja mi querido Ignacio.

 

Con el amigo Domingo y su gente, en Lubrín, hemos hablado de empleo, de la atención a las personas con Dependencia y de la necesidad de que los ayuntamientos cuenten con más recursos porque son la primera puerta de urgencia a la que recurre la ciudadanía en tiempos difíciles.

 

 A todos les mueve el mismo deseo: crear oportunidades de progreso en su pueblo para que siga vivo y que superemos esta dura crisis en igualdad, sin dejar a nadie atrás.

 

Camino de vuelta a Sevilla repaso la intensidad de todo lo vivido. Apunto cada problema, cada persona, cada demanda, cada reto. En un día especialmente duro para los comerciantes y hosteleros andaluces, a los que el gobierno de la Junta ha impuesto nuevas restricciones de la noche a la mañana, sumando más incertidumbre aún a sus negocios.

 

Hoy hemos visto amanecer en Sevilla y anochecer en Almería. Cuesta encontrar palabras que definan la belleza de Andalucía, y el calor de su gente, sin quedarse corta.

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